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Con un sector en crisis, se anticipan suspensiones y despidos masivos

Ante la suspensión virtual de la actividad turística, las entidades que nuclean a los agentes de viajes consideran insuficientes las medidas que anunció el Gobierno a su favor. La CEAV calcula que un 90% de los 63 mil trabajadores del sector serán suspendidos o despedidos.

Días atrás, al tiempo que anunciaba el estado de alerta en todo el país, el Gobierno español declaraba la creación de una línea de financiación de € 400 millones para ayudar a las empresas del sector turístico, de transporte y de hotelería a paliar los efectos de la crisis causada por el coronavirus. En este sentido, las pymes se verían beneficiadas con un aplazamiento de las deudas tributarias con la administración por seis meses y sin intereses.

La respuesta de las principales entidades que nuclean a los profesionales minoristas no tardó en llegar. De acuerdo a los testimonios relevados por Hosteltur, la Unión Nacional de Agencias de Viajes (UNAV) consideró que estas medidas son “insuficientes” y que no podrán mitigar el daño que está sufriendo la industria del turismo, con caídas superiores al 50% en sus negocios en el caso de las agencias.

“Aplaudimos todos los esfuerzos que se están haciendo por parte del Gobierno de la Nación”, aseguró José Luis Méndez, presidente de UNAV: “Ahora bien, también nos preocupa nuestro futuro y el futuro de nuestros negocios y el de nuestros empleados, pues están en serio peligro. Por ello entendemos que el capítulo económico que se ha anunciado puede resultar insuficiente ante el severo golpe que estamos recibiendo estos días, que crece en intensidad minuto a minuto”, dijo Méndez.

Por su parte, la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV) consideró lo propio: “Las medidas son totalmente insuficientes, por lo que nos han decepcionado, además de que no contribuyen a proteger a este sector que está especialmente afectado, ya que no han contemplado sus características y nos obligan a reducir plantillas y estructuras, lo que es muy grave para el sector y para la economía, ya que las agencias de viajes dan empleo a casi 70 mil personas. Actuamos transversalmente en todas las ramas del turismo, que genera el 15% de nuestro PIB”, comunicó la entidad.

“Creemos que esto crea un grave perjuicio para el turismo español, que nunca había tenido una situación igual que requiriera ayudas directas a las empresas. En la reciente quiebra de Thomas Cook dotaron una línea de € 500 millones para un solo turoperador y ahora menos para todo un sector”, concluyeron.

En tanto, la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) ha expresado su descontento al asegurar que la partida económica deja afuera a las medianas y grandes empresas que se verán muy afectadas. En palabras de Jorge Marichal, presidente de Cehat, “el Gobierno no ha entendido la magnitud de la crisis económica que está generando ya la afección del coronavirus COVID-19. La partida destinada al sector turístico de € 400 millones es ridícula en comparación con el volumen del problema”.

SUSPENSIÓN MASIVA DE TRABAJADORES.

Ante esta situación, la CEAV calcula que cerca del 90% de los 63 mil trabajadores (casi 57 mil empleados) del sector podrían verse afectados por un ERE o un ERTE si no se toman medidas inmediatas.

Cabe indicar que el ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) es una suspensión de los contratos de carácter temporal, aunque también se puede traducir en una reducción de la jornada. En tanto que el ERE contempla el despido colectivo de trabajadores. Ambos casos deben ser aprobados por la cartera de Trabajo gubernamental.

Y es por ello que la CEAV insiste en la necesidad de que se apruebe un "ERTE Express" y otras medidas laborales como la obligación por parte de los trabajadores de aceptar disfrutar del periodo vacacional mientras dure el estado de alarma con el máximo de 15 días, la suspensión del contrato, y que el Fondo de Garantía Salarial (dependiente del Estado) asuma parte de los despidos que se produzcan por causas económicas.

DESPLOME.

En concreto, la crisis turística local se puede reflejar en los números receptivos. En lo que va de marzo, respecto a todo el mes de febrero, las cancelaciones en hoteles se han disparado un 40,8% mientras que las reservas se han desplomado un 59%, según datos recopilados por TravelGateX.

A ello se suma el recorte drástico de vuelos desde los principales mercados emisores europeos: IAG redujo su capacidad un 75% para los próximos dos meses; EasyJet dejó de operar en España y Ryanair recortó la mayor parte de los vuelos; TUI ha suspendido todos sus vuelos con España con efecto inmediato; e incluso Jet2.com ha cancelado todos sus vuelos a España, incluidas las islas Baleares y Canarias.

Otro indicador de las restricciones turísticas es la decisión de grandes cadenas hoteleras del cierre temporal de sus establecimientos. Por caso, Grupo Iberostar ha informado este lunes la clausura de sus 38 hoteles en España. Estas medidas afectan igualmente a su filial World 2 Meet (W2M). En tanto, Meliá Hotels International ha informado el cierre temporal de 59 de sus establecimientos, 45 de ellos en España. En ambos casos, aún no hay una fecha estipulada de reapertura.

Por su parte, Mabrian Technologies, consultora especializada en Inteligencia Turística, ha realizado un estudio para cuantificar el impacto de esta crisis para el sector en base a diferentes variables. Por un lado ha evaluado la confianza y la demanda desde los principales mercados (Alemania, Italia, Reino Unido, Francia) hacia los destinos españoles, analizando la evolución de las búsquedas de vuelos desde esos países. Estos indicadores han caído claramente a partir de marzo y evidencian que el impacto turístico para España de la crisis es prácticamente inevitable a corto plazo. Sin embargo, desde Mabrian se muestran optimistas ante el efecto que pueda suponer la temporada alta, al confirmar que en la búsqueda de vuelos para visitar España entre el 1º de junio y el 31 de agosto de 2020 no se observa una caída de demanda con respecto a lo observado en 2019.

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